sábado, 3 de noviembre de 2012

Capítulo 10.

[Narra Harry]
El tiempo que estuvimos fuera se me hizo eterno. Siempre pensaba en ella. Y parecía que en las entrevistas o en todos lados hablaban de ella. Puedo sonar de acosador, pero cada sábado buscaba un enlace para ver X Factor con Louis. Él se fijaba en las voces y en las actuaciones de los concursantes y yo en las chicas del fondo, con la esperanza de que April apareciera sonriendo. Y muchas veces lo hacía, otras no.
Hablaba con ella por Whatsapp, no os voy a mentir. Nos decíamos lo mucho que nos echábamos de menos  las miles de ganas que teníamos de vernos y luego nos despedíamos con un "buenas noches, hablamos mañana" para al día siguiente saludarla con un "buenos días princesa" y ella a mí con un "buenos días, mi rey".
No sé por qué solo era capaz de ser amable con ella cuando no la tenía enfrente, pero me gustaba. Al igual que me gustaba picarla para sacar lo peor de ella. ¿Por qué? Pues no tenía ni puta idea y nadie me podía ayudar a aclararme las ideas, ni siquiera Louis. Quizás era uno de esos asuntos que debía tratar de solucionar yo mismo.
Pero por suerte hoy era el día, el día en el que volvíamos a Londres. No iba a verla pero había cierta posibilidad de que nos cruzáramos por la calle y eso, eso me llenaba de alegría.
- ¿Has desecho las maletas? - preguntó Louis nada más que me senté a su lado en el sofá.
- Sí.
- ¿Te pasa algo?
- Estaba pensando que en veinte días es tu cumpleaños y que, como es Navidad, nos iremos con nuestras familias como todos los años y no nos volveremos a ver hasta Año Nuevo, que lo celebramos juntos.
- ¿A dónde quieres llegar?
- A que creo que estaría bien organizar una fiesta para celebrar tu cumpleaños.
- Es que si no es el mismo día no tiene gracia.
- Vamos, Louis, no se cumplen 21 años todos los días.
- Si celebro una fiesta varios días antes, es como si los cumpliera dos veces.
- Vamos, Louis, sé que te encanta la fiesta.
- Sí, pero no para que pongas celosa a mi mejor amiga.
- ¿Cómo sabes que esa es mi intención?
- Vamos, está claro que April te gusta y como no tienes huevos de actuar, la vas a poner celosa para que actúe ella por ti.
- ¿Por qué crees que me gusta April?
- Porque el otro día me dejaste el móvil y me metí en la galería. Tío, tienes el móvil lleno de fotos que os mandáis poniendo caras divertidas por Whatsapp.
- Incluso poniendo caras feas está guapa eeh - dije sin pensar.
- He ahí otra prueba.
- Se me ha escapado.
- Además en una de nuestras entrevistas en US te preguntaron cuál era tu mes favorito y dijiste que abril. Supongo que eso también se te escapó.
- ¿Podemos dejar el tema?
- Eso es otra prueba, pero vale.
- ¿Hacemos fiesta o no?
- Es que la última la hicimos el 23 de noviembre... va a ser muy seguido ¿no?
- No tenemos porqué hacerla mañana, podemos hacerla el... 22.
- Bueno, si encuentro a alguien que nos venda las bebidas para ese día y tal, sí.

[Narra April]
Era 22 de diciembre. Habían pasado 18 días desde que los chicos habían llegado a Londres y los había visto a todos excepto a Harry. No sé si lo había hecho queriendo o no, pero siempre que había ido a su casa a ver a Louis, no estaba; o cada vez que había quedado con los chicos para ir por ahí, le surgía algo que no podía aplazar. Y me daba coraje. No quería que volviera a pasar lo mismo de la otra vez., además no lo entendía. Si no me iba a hablar en persona, ¿para qué me hablaba por Whatsapp? Lo peor era que tenía el móvil lleno de fotos suyas que me había mandado haciendo el mongolo y no quería borrarlas. ¿Por qué? Pues ni put, pero era incapaz.
En fin, daba igual, esa noche estaba segura de que todo iba a cambiar, de que lo iba a ver e íbamos a hablar. Más que nada, porque la fiesta la había organizado él para celebrar el cumpleaños de Lou así que qué menos que él asistiera.
- ¿Voy bien? - pregunté poniéndome delante de la tele para que Lindsay pusiera su atención en mí. (Llevaba esto)
- Perfecta.
- Gracias.
- Pásatelo bien.
- Lo haré, puedes irte a la cama a la hora que quieras pero no muy tarde ¿de acuerdo?
- Entendido, pero mañana me contarás todo.
- Sí - cogí mi bolso y me fui hacia la puerta - Hasta luego. - Fuera hacía un frío increíble, menos mal que no nevaba porque entonces no hubiera salido de casa. 
Estaba nerviosa. Quizás por el hecho de que sabía que iba a ver a Harry después de un mes, no estaba segura. Tampoco estaba seguro de porqué me sentía así ni de qué sentía respecto a él pero estaba claro que había algo.
La música se escuchaba desde el principio de la calle, no entendía cómo no se quejaban los vecinos ni cómo cabía tanta gente en un piso. Aunque bueno, el piso de Harry y Louis no era un piso normal, era un piso tamaño casa de campo, vamos. Al entrar en el bloque, me iba cruzando con gente muy borracha que estaba sentada en la escalera. Y es que estos chicos hacían fiestas a lo bestia. Cuando me planté frente a la puerta, el ruido era insoportable. Llamé unas diez veces y me abrieron a la onceava.
- Hola - dijo Danielle mientras me abrazaba. Ese era otro de los motivos por los que había ido a la fiesta: que iba mi mejor amiga. Me alegraba saber que Liam le había echado huevos y la había invitado aunque claro, había tanta gente que no tenían ni por qué cruzarse. Dani me dio la mano e hizo lo mismo que hizo Niall en su día, me llevó a la otra punta del salón hasta llegar a donde estaban Niall, Liam, Andy y Josh. Me sorprendió que Danielle y Liam estuvieran hablando tan tranquilamente, quizás lo hubieran superado del todo. Saludé a cada uno de los chicos con dos besos, Andy me trajo una copa y empezamos a bailar haciendo un pequeño círculo. Tenía a Harry controlado, lo había visto nada más entrar ya que estaba en el mismo sitio de la otra fiesta y hablando con la misma gente, y estaba segura de que él me había visto a mí. 
Al rato se acercaron Louis, Geoff, Stan y Zayn y estuvimos durante mucho tiempo en ese lado del salón hablando. Miraba a Harry cada dos por tres, no paraba de hablar con tíos raros y de reírse. Es más, desde que había entrado solo habría bebido cuatro copas mientras que yo ya había perdido la cuenta de las que me había tomado. Estaba observando los hoyuelos de Harry cuando alguien me agarró por la cintura y me dijo algo.
- ¿Qué? - grité en su oído.
- Que si bailas un poco - repitió en mi oído. Asentí, ofreció su mano para que que la cogiera y nos fuimos al centro del salón, que lo habían dejado sin sofás para que sirviera como pista de baile. Mientras que bailaba con Zayn no podía parar de pensar en Harry. Estaba muy borracha, lo sabía. El suelo se movía sin parar y yo no podía parar de reírme, una copa más y caía desplomada. Entonces, justo cuando mi borrachera me había hecho olvidarme de Harry, lo vi. Estaba hablándole a una chica al oído.
- Zayn, espérame aquí - no se enteró pero asintió y siguió bailando solo. Yo me fui directamente hacia ellos supongo que gracias a la enorme cantidad de alcohol que llevaba en la sangre. - ¿Qué haces hablando con esta guarra?
- ¿Qué? April, no se te entiende, ¿estás borracha? - dijo levantándose y poniendo su mano en mi hombro. Claro, ahora estaba preocupado ¿no? 
- ¿Qué haces con esta guarra? - repetí señalándola. Era del tipo que supuse le gustaba a Harry: rubia, ojazos azules, tetas más grande que la cabeza y bueno, semi desnuda. Se levantó y se fue asustada.
- ¿Estás borracha? - me miró fijamente, clavando sus ojos en los míos de una manera en la que dolía.
- ¿A ti qué te importa?
- Hombre, eres mi amiga.
- Y un huevo gordo gordo gordo. No soy tu amiga, te pasas el día metiéndote conmigo y eso no lo hacen los amigos - dije con la voz quebrada. Mierda, no quería llorar. Yo no era una borracha llorona, era una borracha que se reía sin parar y ahora estaba a punto de desmoronarme ahí en medio.
- April - dijo cogiéndome el brazo - estás muy borracha.
- Suéltame ¿vale? Tengo 20 años, no soy una niña pequeña así que me voy a casa, quédate con tu amiguita.
- ¿Estás? ¿Estás celosa?
- ¿Yo? - reí - ¿De una puta barata de unos...? ¿Cuántos? ¿18? ¿40 años? - reí de nuevo.
- April...
- ¿Y por qué? Ni yo lo sé. ¿Porque hable contigo? Mira niño, serás el maravilloso Harry Styles de One Direction pero no eres el puto centro del mundo. Y si decides soltarme, me iré a casa.
- De eso nada, no te voy a dejar que vuelvas sola.
- Pues yo no quiero estar contigo.
- Vamos a mi habitación hasta que te calmes un poco - dijo cogiéndome la mano provocando que me recorriera un escalofrío.
- No, déjame - dije moviéndola para que me soltara.
- Vamos.
- Que no - se agachó, cogió mis piernas y me colocó en su hombro como si fuera un triste saco de patatas. Yo iba dándole puñetazos en la espalda mientras recorría el pasillo pero eso no le paraba. Entonces, entramos en su habitación y cerró la puerta con pestillo. Estaba tan borracha que ni me paré a observar la habitación, pero era enorme.
- ¿Sé puede saber qué pasa contigo?
- ¡Eso quisiera saber yo! - grité quitándome los tacones y tirándoselos, pero no le di, los cogió al vuelo - Primero me tratas fatal, luego eres súper tierno, después no me hablas, luego vuelves a insultarme, me vuelves a hablar por Whatsapp y ahora me evitas. - dije casi llorando de nuevo - Y no lo entiendo, de verdad que lo intento pero no consigo entenderte. Así que dime cuál es tu maldito problema. - Se quedó parado mirándome fijamente pero sin la dureza que percibí antes.
- No...
- ¿No vas a decirme nada? - Se quedó quieto, sin reaccionar así que me giré hacia la puerta para intentar abrirla pero me cogió el brazo - No, Harry ahora mismo no quiero ni verte.
- Entonces... - me alejó de la puerta y puso su espalda contra la mía.
- ¿Qué haces?
- Así no me verás y podré decirte lo que me pasa sin ponerme nervioso.- Reí ante lo absurdo que parecía todo y apoyé mi cabeza en sus hombros, que era por donde le llegaba yo sin llevar tacones. - Dame la mano.
- No.
- April, así todo será mucho más bonito.
- Está bien - suspiré y estiré mis brazos hacia atrás buscando sus brazos. Toqué algo y dio un respingo.
- ¿Qué haces?
- Buscar tus manos.
- Bien, pues eso no era precisamente mi mano - me reí durante un buen rato y cuando me calmé fue él el que buscó mis manos para cogerlas. - No te entiendo.
- ¿Qué no me entiendes? ¡Soy yo la que no te entiende!
- ¿El qué no entiendes tú?
- El hecho de que primero me odies, luego me hables por Whatsapp siendo súper dulce y cariñoso y que después me ignores para luego volver a odiarme, volver a hablarme por Whatsapp y evitarme.
- No te odio, simplemente me caes mal.
- Ah, ya eso arregla mucho las cosas.
- Eres tú la que me odia.
- No.
- Si no, ¿por qué nos estamos dando la espalda?
- Porque estoy borracha y te he dicho que no te quiero ver, tú lo has propuesto y como no estás tan perjudicado como yo, te he hecho caso. - me soltó las manos y nos giramos - ¿Me puedes explicar de una vez todo eso? Y si no quieres, por lo menos pídeme perdón.
- Yo no tengo que pedir perdón a nadie.
- Harry, estás haciendo mi vida imposible, en serio, me voy - me fui hacia la puerta pero de nuevo cogió mi mano, me atrajo hasta él y me besó. Fue un beso largo pero sin nada de lengua. Lo llevaba esperando desde que empezamos a hablar por Whatsapp y era maravilloso. Luego me dejé llevar, lo que empezó siendo un beso dulce terminó siendo un beso pasional, lleno de odio. Se apartó de mí sonriendo.
- Perdón por querer hablarte constantemente - se acercó de nuevo y nos volvimos a besar - perdón si a veces digo cosas que te hartan - otro beso - perdón si a veces me vuelvo insoportable - me dio un último beso, nos separamos y sonrió mostrando sus preciosos hoyuelos.
- Perdonado. - sonreímos y nos volvimos a besar otra vez, estábamos desatados. Le salté encima, le rodeé la cintura con las piernas y empecé a besarle el cuello. Harry se dejó caer en la cama y con él, yo. Me quitó el vestido y yo hice lo propio con su camisa y sus pantalones.
- Quédate aquí esta noche - dijo Harry entre beso y beso.
- No puedo, tengo que volver con mis hermanos.
- Mándales un mensaje - paramos un momento, me saqué el móvil del sujetador y se lo di.
- ¿En serio te lo has guardado en las tetas?
- Es lo más seguro.
- Está calentito.
- Cállate y mándale un Whatsapp a mi hermana diciéndole que dormiré en la casa de Danielle.
- ¿Por qué no lo haces tú?
- Harry, ¿en serio crees que estando como estoy puedo escribir en un móvil táctil? - rió y después de teclear durante unos segundos dejó el móvil sobre la mesita de noche.
- ¿Por dónde íbamos? - me miró y sonrió - Ah sí... - se inclinó sobre mí y nos volvimos a besar.

6 comentarios:

  1. asdfghjkjlñsadfghjkl POORRFIIIINNNN!!!!! Lo estaba deseandooo JAJAJAJAJJAJA Te ha quedado genial!!! xxxxxxxxxx

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    1. JJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJA muchas gracias, amorrrrrrrrrr xxxxxxxxxxxxxxxxxx

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  2. ¿Cuando subes el siguiente, cielo? ¡Me encanta!

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